George Bush tiene un derecho al pataleo que muchos de sus conciudadanos encontrarán casi justificado. El presidente utiliza el veto porque no quiere convertir en ley unos presupuestos que –como era el caso de las ayudas extras a Irak- aprovechan los demócratas para colar churras y merinas. Me explico, junto a educación y sanidad podían colarse cuestiones menos razonables pero por un pico tan pico que sumaban algo asi como unos 10 mil millones de dólares extras. Aquí no había calendario por dinero, es verdad, pero si un presidente que mira con lupa algunos números y se hace el despistado con aquellos que van a destinarse al presupuesto de la defensa. Esa es la terrible coincidencia de lo ocurrido en esta ultimas horas, que sanidad y educación 606 mil millones de dólares quedan pendientes de corregirse, frente a los 459 mil millones que firma para defensa al grito de bienvenidos sean, aunque entre sus partidas no falte el seguir experimentando con la guerra espacial o el querer hacer posible colocar en dos horas y en cualquier lugar del mundo un proyectil que pueda llevar adosada una cabeza de seis toneladas.
PORTUGUES, CATAMARANES Y MASCOTAS
Hay partidas un tanto curiosas pero -como pueden ser curiosas o no tan importantes- las que reclama George Bush para ayudar a las tropas en Irak y Afganistán. Partidas que cuelan y le parecen bienvenidas –como las anteriores- cuando se van a dedicarse a ese pozo sin fondo que resulta ser la seguridad y ese departamento de la defensa donde todo puede ser gastado. Lo que sí es verdad es que los demócratas permitieron decir eso tan llamativo al presidente de que parecen adolecentes con una tarjeta de crédito en la mano, aunque en Sanidad y Educación –606 mil millones de dólares- hay partidas estrellas e incuestionables como facilitar el acceso a la sanidad y a las medicinas a quienes menos tienen -porque en Estados Unidos no existe seguridad social, ni tan siquiera algo que se le parezca- si puede resultar curioso o chocante que los demócratas propongan en medio de la que esta cayendo comprar mascotas para los colegios y sus laboratorios o un catamarán para las clases de náutica y –puestos- por qué no pagar las clases para convertir al portugués es segundo idioma a aprender en las escuelas públicas. Ya digo, unos como el presidente hablan de dispendio –seis mil millones de dolares que justifican un nuevo veto- u otros que lo justifican todo como un primer esfuerzo para restituir a las clases medias lo mucho que está administración les ha quitado para pagar las guerras
Hay partidas un tanto curiosas pero -como pueden ser curiosas o no tan importantes- las que reclama George Bush para ayudar a las tropas en Irak y Afganistán. Partidas que cuelan y le parecen bienvenidas –como las anteriores- cuando se van a dedicarse a ese pozo sin fondo que resulta ser la seguridad y ese departamento de la defensa donde todo puede ser gastado. Lo que sí es verdad es que los demócratas permitieron decir eso tan llamativo al presidente de que parecen adolecentes con una tarjeta de crédito en la mano, aunque en Sanidad y Educación –606 mil millones de dólares- hay partidas estrellas e incuestionables como facilitar el acceso a la sanidad y a las medicinas a quienes menos tienen -porque en Estados Unidos no existe seguridad social, ni tan siquiera algo que se le parezca- si puede resultar curioso o chocante que los demócratas propongan en medio de la que esta cayendo comprar mascotas para los colegios y sus laboratorios o un catamarán para las clases de náutica y –puestos- por qué no pagar las clases para convertir al portugués es segundo idioma a aprender en las escuelas públicas. Ya digo, unos como el presidente hablan de dispendio –seis mil millones de dolares que justifican un nuevo veto- u otros que lo justifican todo como un primer esfuerzo para restituir a las clases medias lo mucho que está administración les ha quitado para pagar las guerras
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