Trabajo contra reloj para una cumbre de Annapolis donde todo es posible, hasta que algunos invitados declinen con educación sentarse alrededor de Condolezza Rice –anfitriona en la presidencia- y quienes son los llamados a ser sus protagonistas: el primer ministro de Israel, Olmert, y el presidente de la autoridad palestina Abbas. La convocatoria urgente –son 49 los países e instituciones invitadas en estas ultimas horas- ha presenta en algunos casos problemas de agenda. Bush quiere cenar el lunes con Abbas y Olmert en la Casa Blanca. La Academia Militar de Annapolis –centro de formación por el que han pasado desde 1845 mas de 60 mil jóvenes, entre ellos un presidente como Jimmy Carter, un senador aspirante a serlo como John McCain, pero tambien 2 premios Nobel, 5 gobernadores, 19 congresistas, 51 astronautas- la Academia Militar de Annapolis que ha dado a este país 4000 generales y almirantes y hasta 73 laureados con la medalla del Honor, será a 50 kilómetros de Washington la sede e inmenso cuartel de mas de un kilómetro cuadrado de superficie en la confluencia de la desembocadura del rio Severn con la bahía Chesapeake y en el que lo mas difícil será llegar acuerdos y terminar dando a luz una mínima declaración de principios –hasta ahora el consenso brilla por su ausencia- declaración con los que abrir por enésima vez el camino de la paz entre Israel y Palestina, dos estados soberanos e independientes, que deben garantizar su propia seguridad y existencia una vez superados los eternos problemas de fronteras, capitalidad , regreso de refugiados, asentamientos, agua… Muchos problemas convertidos en prioridades de una administración a la que solo le quedan 425 días por delante para entregar –será el 20 enero de 2009- el testigo-relevo a un nuevo presidente de los Estados Unidos en las escalinatas del Capitolio de Washington.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
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