sábado, 2 de abril de 2011

El ERE de Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero se ha hecho su ERE a la medida y lo ha firmado a los cuatro vientos. Este presidente del reino de España es tan listo como lo son mis amigos los bilbainos. Es un jefe del ejecutivo incluso de chiste. Si Jesús nació en Belén pudiendo haber nacido en Bilbao, José Luis nació en Valladolid pero presume de haber nacido en León. Es todo un detalle, una anécdota que siempre me ha resultado divertida. Conocí de lejos a Zapatero cruzando una calle de León y no precisamente el día en que cedía el paso a una de mis hermanas. Me lo presentaron formalmente en una reunión neoyorkina cuando todavía no se hacía fotos con Obama y era Goerge Bush quien partía el bacalao. El presidente español ya había dicho para entonces que el escuchaba la SER desde siempre y por eso me imaginé que RNE le debía importar un bledo. A los pocos años de aquella presentación, confirmé mis temores cuando más de 4.500 trabajadores de la radio y la televisión pública recibían la jugosa tentación de repartirse 3.500 millones de euros por abandonar sus puestos de trabajo. No puedo ser por eso imparcial a la hora de contar lo que he sentido cuando Zapatero anunciaba su intención de apuntarse a un Expediente de Regulación de Empleo. El ERE por el que aplica nuestro presidente lleva apellido socialista y pedegrí de exclusividad. Imagino que sus incompatibilidades van a ser similares a las incompatibilidades que aplican a sus antecesores. No hará politica, naturalmente, como yo tampoco puedo hacer radio ni televisión. Zapatero tendrá prohibido para cobrar su ERE tantas cosas como les prohiben a los trabajadores de nuestro país que sin llegar a caer en el paro les toca la lotería de un expediente singular. Es lógico pensar que Zapatero, como hacen otros presidentes, hable de las cosa pública cuando le pregunten. Hay algunas reglas que debieran ser de obligado cumplimiento. No debería poder usar el nombre de España en vano o hacer negocios utilizando pasadas influencias o amistades. No me imagino a Zapatero trabajando para Emilio Botin y cobrando una pensión. No estaría muy bien visto, pero este presidente se prejubila joven y con ganas de ganarse la vida como todos. Y si las pensiones están congeladas y los impuestos suben... hay que espabilarse. No veo a José Luis haciendo mantecadas en Astorga mientras espera la llegada del domingo, un dia en el que todos los de León van a misa. Creo que un abogado laboralista y profesor universitario que ha llegado a presidente se merece algo más. Y más si todavía ha hecho de la democracia interna su bandera particular. José Luis Rodríguez Zapatero se va sin señalar con el dedo a su posible sucesor. Creo que es una salida con truco, una salida para buscarse colocación de futuro. A Zapatero le pueden ofrecer desde ahora un despacho en Ferrán con el encargo de vigilar los procesos sucesorios. El juego de elecciones primarias es un juego histórico en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La dictadura de Franco, la transición española y luego Felipe González las olvidaron como fruto de las circunstancias. Las primarias socialistas fueron recuperadas por Joaquín Almunia antes de que se lo llevarán por delante. Pero si hacemos memoria histórica, bueno será decir que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido y es un aventajado hijo de primarias con el premio de haber dado esquinazo al mismísimo aparato. Su sabiduría de hoy es haber sacado provecho de aquello que aprendió el día que dejó a José Bono en la estacada. Para triunfar en España es mejor que no te señalen con el dedo. Si eres un triunfador y tienes un cáncer de higado la gente te perdona, pero si sales siempre en la foto la solución es acogerse a un ERE con letras mayúsculas. No hay presidente que cien años dure, por eso en la España democrática los jefes del ejecutivo no se han acogido normalmente a los Expediente de Regulación de Empleo y han salido trasquilados. Ya es sabido... en nuestra querida España las elecciones no se ganan, las pierden quienes siempre creen que con el carnet en la boca y el calcetín en la mano se puede estar al mismo tiempo tocando las campanas y presidiendo la procesión.