Estados Unidos recibe con agrado las últimas noticias que ha provocado en el mundo árabe la convocatoria de la llamada cumbre de Annapolis. Esta mañana –como el pasado viernes Arabia Saudí- era Siria quien anunciaba su intención de aceptar la invitación de asistir a una reunión que en sus prolegómenos ha dejado ya en Washington primeras palabras de esperanza.(()) El negociador palestino Saeb Erekat ha preferido destacar que –pase lo que pase- lo más importante es la celebración de la cumbre, el encuentro entre Israel y Palestina con la presencia y representación de los países que mas tienen que decir sobre la paz en oriente próximo. La tarea de conseguir acuerdos, el grado de implicación de la administración Bush que ya está de salida, lo que pueda decir una declaración final que ni tan siquiera esta cogida con alfileres serán cuestiones que acompañan ya antes de empezar a la cita de Annapolis. Mañana lunes una cena en la secretaria de estado pretende hacer amigos desde principios bien diferentes pues no son nada parecidas las ideas que de momento abandera el mundo árabe y la administración estadounidense. Los encuentros reservados y muy particulares entre presidente Bush con el israelí Olmert y el palestino Abbas serán a la postre los que hagan que la cumbre de Anápolis pueda ser algo más que otra oportunidad perdida.
domingo, 25 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario