lunes, 12 de noviembre de 2007

Norman Mailer, se va pero se queda

Norman Mailer se ha ido sin hacer ruido, sin echar una última reprimenta a este país que vive en guerra(()).Tenia 84 años cuando este pasado sábado en el Hospital Monte Sinai de Nueva York un fallo real acaba con su vida. Dió un trago y sonrió, es lo que recordará Michael, su hijo mayor, del último adios(()) Mailer habia siempre llamado la atención, ese gigante literario para unos, resultaba extravagante para otros y no solo por sus seis matrimonios –acuchillamiento de su segunda mujer incluido- con sus nueve hijos. (()) La literatura y el periodismo han perdido este fin de semana a un antisistema que a nadie dejaba indiferente.(()) Mailer seguirá vivo porque sus palabras, como sus 39 libros donde estan incluidas sus 13 novelas, sus guiones, sus cientos de reportajes, sus miles articulos y entrevistas están colgados para siempre en ese multipicador de historias en el que se han convertido los videos de You Tube.(())) El duelo McLuham - Mailer tiene 27 minutos de duración y todavía hoy no tiene despedicio, como la ultima entrevista que Larry King le hacia para la cadena de televisión CNN allá por 1991.(()) Norman Mailer ha muerto y el solito se dará cuanta –como su amigo William Kennedy, recuerda en carta mortuoria- el solicito se dará cuanta al echar en falta la imaginación que siempre le habia hecho libre. Estaré vivo mientras tenga imaginación suficiente para escribir algo nuevo cada cinco años, ahora toca porque aquellas palabras a La Vanguadia, en 2003, han tenido continuación y en ese medio español en los primeros meses del 2007.(()) Su tiempo ha terminado el 10 de noviembre del 2007, pero en su tiempo y desde su tiempo otros no dejaron de cartarle y hacerle un poco mas grande, tanto como para llegar a ser uno de los escritores a quienes Estados Unidos considera entre sus grandes literatos. John Lenon, Simon y Garfunkel, pero tambien Marilyn Moroe o Pablo Picasso le prestaron unos voluntariamente, otros sin saberlo, le prestaron parte de su genio y figura. La vanidad ha perdido a Norman Mailer en muchas ocasiones, claro que no siempre uno puede estar a la altura de las circunstancias. Ir a la primera gran guerra y contarlo sin llegar a los treinta. Hundir a Nixon y descubrir al superhombre John Fitzgerald Kennedy y prendarse de la política tanto como para aspirar a convertirse en alcalde de Nueva York. Meterse en la piel de un asesino sentenciado a muerte como Gary Gilmore. Llamar ignorante a Truman Capote porque al fin de cuentas copiaba su propio estilo… Mailer hacía e hizo siempre lo que quiso y lo que mejor había aprendido hacer: Criticar y criticar lo que pasaba a su alrededor, historia grandes y cotidianas. Al fin y al cabo noticias de aquí y de allí que Norman Mailer desnudo y muerto -como su celebrada novela- manejará con sabiduría convencido como estaba de una reencarnición que en España –por fortuna y… por casualidad mientras no se demuestre lo contrario- va a tener próximamente forma de libro y por si fuera poco de infancia imaginada sobre la reencarnación del diablo en un chaval llamado Adolf Hitler.

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