El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tendrá en las próximas horas y en el Capitolio de Washington la posibilidad de convertirse en flautista de Hamelin para elevar la moral de los estadounidense en su examen a una situación económia y financiera que empieza –como poco- a dar señales de alerta. La bolsa de Nueva York veía esfumarse en una sola jornada más de 360 puntos en el indice de los valores industriales –casi un tres por ciento, en perdidas- después de un miércoles aciago en el que tampoco acompañaban ni los precios por las nuebes del barril de petroleo –cada vez mas cerca de esa barrera sicológica que son los 100 dólares- y el cambio por los suelos de una moneda que obliga hasta los chinos a diversificar su reserva de divisas. Asi las cosas, desde el verano pasado, el consumidor estadounidense que practica lo de ser patriota comprando a destajo, ha empezado a apretarse el cinturón complicando todavía mas una situación que puede seguir empeorando para preocupación general.
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