La inestabilidad en Pakistán, el amigo y aliado con armas nuclear, es la preocupación general que se multiplica en los medios de comunicación estadounidenses. En esos informativos de noche, en televisión, se hacia la pregunta del millón. ¿Quien se beneficia del atentado, el presidente Musarraf o el terrorismo? El gobierno estadounidense –a través del portavoz del ministerio de exteriores- dice rezar con los familiares de la victimas. "No hay justificación política para el asesinato de gente inocente. Estados Unidos -dice Tony Casey- apoya al pueblo pakistaní en la eliminación de las amenazas del terrrorismo y en la construcción de una sociedad abierta, democrática y pacífica.
jueves, 18 de octubre de 2007
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