La Casa Blanca, el funcionario de guardia, ha hecho saber que el presidente George Bush condena enérgicamente los ataques en la provincia de Hakkary porque “son inaceptables y deben cesar ya”. Las buenas relaciones del Gobierno estadounidense con Turquía han vuelto a quedar de manifiesto con otros comunicados que se han sumado a la declaración presidencial. Desde el ministerio de asuntos exteriores, el portavoz Sean McCromack condenaba directamente al Partido de los Trabajadores del Kurdistán de los hecho y recordaba que Estados Unidos “seguirá trabajando con el gobierno turco y con el iraquí para poner freno a esta organización terrorista que –son sus palabras- ha dejado un reguero de sangre que solo sirve para perpetuar el terrorismo". La relación turco-estadounidense sigue todavía ahora pendiente de una propuesta que califica de genocidio la matanza que Turquía protagonizaba en Armenia a principios del pasado siglo, una resolución que la Casa Blanca insiste en que nunca debió aprobarse en comisión y ni tan siquiera someterse a votación
domingo, 21 de octubre de 2007
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