A falta de buenas noticias, como saber que los incendios pueden controlarse o que los vientos huracanados de santa ana son ya historia pasada, a falta de hacer realidad los buenos deseos, el gobernado de California Arnold Schwarzenegger se gana el sueldo intentado organizar una lucha desesperada contra decenas de pavorosos incendios que asolan cientos de hectáreas entre Los Angeles y San Diegos ciudades separadas por casi 200 kilómetros. Gracias a la declaración de k estado de emergencia en siete demarcaciones californianas se ha podido evacuar, hasta con la ayuda de 800 guardia fronterizos a mas de doscientas cincuenta mil personas entre los que se suman enfermos de hospitales, geriátricos y psiquiátricos trasladados con urgencia por la amenaza de las llamas. La situación, lejos de estar controlada, ha provocado ya la perdidas de vidas humanas, hay mas de una docena de heridos con quemaduras de gravedad, han quedado destruidas hasta el momento mas de 1000 viviendas, algunas en esa zona residencial y millonaria de Malibu donde algunas propiedades están valoradas por encima de los dos millones y medio de dólares y son innumerables las perdidas en campos y bosques. Hay carreteras y lineas férreas cortadas y en todo el área en el que viven quince de los 23 millones de ciudadanos afincados en el estado de California temen perder de un momento a otro los servicios de agua y electricidad que ya son impensables para miles de residentes en ciudades o localidades como Orange, Riverside, San Bernardino, Santa Barbara, Ventura, Malibu, Los Angeles o San Diego.
SIN SOLUCIONES A LA VISTA
El sur de California es pasto de las llamas. Desde Los Angeles a San Diego –200 kilométros- en los que viven 15 de los 23 millones de habitantes que tiene Califronia, - siete condados- son los que estan en situación de emergencia. Una solucion urgente del gobernador Arnold Schwazenegger, con el objeto de poder disponer de todos los recursos para luchar contra frentes muy distintos de fuego y por desgracia todavía sin control. A esta horas –once de la mañana y… minutos en la costa oeste de los Estados Unidos- se informa de la evacuación obligatoria de mas de 250 mil personas solo en los alrededores de la ciudad de San Diego, ahora en la portada de todos los medios de comunicación. La situación dramática es el calificativo que se puede aplicar todavía para localidades como Orange, Riverside, San Bernardino, Santa Barbara o Ventura, donde los vientos huracanados de Santa Ana –con ráfagas que superan los 100 kilómetros la hora- obligan a esas evacuaciones que soportan cientos de miles de familias sin todavía poderse cantar victoria. El balance provisional no puede ser mas trágico: una personas ha muerto, 17 son quemados graves que se atiende en centros hospitalarios, centenares de casas están destruidas –solo en la exclusiva zona de Malibu, algunas propiedades superaban los tres millones de dólares- son muchas las carreteras cortadas, las lineas ferroviarias, el servicio eléctrico y otros servicios básicos los suspendidos, kilómetros y kilómetros de bosques y pastos devastados por imprevisibles lenguas de fuego –por desgracia y de momento- sin posible control
SIN SOLUCIONES A LA VISTA
El sur de California es pasto de las llamas. Desde Los Angeles a San Diego –200 kilométros- en los que viven 15 de los 23 millones de habitantes que tiene Califronia, - siete condados- son los que estan en situación de emergencia. Una solucion urgente del gobernador Arnold Schwazenegger, con el objeto de poder disponer de todos los recursos para luchar contra frentes muy distintos de fuego y por desgracia todavía sin control. A esta horas –once de la mañana y… minutos en la costa oeste de los Estados Unidos- se informa de la evacuación obligatoria de mas de 250 mil personas solo en los alrededores de la ciudad de San Diego, ahora en la portada de todos los medios de comunicación. La situación dramática es el calificativo que se puede aplicar todavía para localidades como Orange, Riverside, San Bernardino, Santa Barbara o Ventura, donde los vientos huracanados de Santa Ana –con ráfagas que superan los 100 kilómetros la hora- obligan a esas evacuaciones que soportan cientos de miles de familias sin todavía poderse cantar victoria. El balance provisional no puede ser mas trágico: una personas ha muerto, 17 son quemados graves que se atiende en centros hospitalarios, centenares de casas están destruidas –solo en la exclusiva zona de Malibu, algunas propiedades superaban los tres millones de dólares- son muchas las carreteras cortadas, las lineas ferroviarias, el servicio eléctrico y otros servicios básicos los suspendidos, kilómetros y kilómetros de bosques y pastos devastados por imprevisibles lenguas de fuego –por desgracia y de momento- sin posible control
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