Toca definitivamente Irak, unas soluciones que nadie tiene atadas, sobre todo cuando el presidente George Bush sigue reservándose la última palabra. Este lunes, la agenda llama a la Casa blanca a los nuevos líderes del Capitolio de Washington. La primera obligación es convencer a la clase política de las que ahora pasan a ser las nuevas estrategias en la guerra contra el terror. Bush contará al país el próximo miércoles cuales con sus nuevos planes. Dicen que su primera intención es mandar más tropas a la capital Bagdad y a la región de Ambar. Solo senadores como John McCain o Joe Libermant le apoyan por adelantado, basándose en sus recientes visitas a Irak y en conversaciones con almirantes y generales como William Fallon o David Petreaus encargado de pasar ahora a dirigir in situ las operaciones de guerra. Siete batallones –de 3000 a 5000 hombres cada uno, 15 mil a 20 mil nuevos soldados- pasan por ser ahora los avances de una estrategia que tendrá en las próximas horas la posibilidad de explicarse hasta donde se quiera a socios y aliados. La Unión Europea, el presidente Durao Barroso será recibido en la Casa Blanca como continuación del encuentro que el pasado jueves tuvo como protagonista a la canciller Angela Merkel, al haber asumido Alemania la presidencia de este primer semestre.
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