Táctica y estrategia van a tener que darse la mano en la comparecnecia de un presidente al que solo le queda una oportunidad para salir del atolladero iraki. George Bush quiere contentar a todos ofreciendo un poco más de lo mismo pero con una gran novedad: en solo once meses el gobierno iraki será responsable absoluto de la seguridad en las dieciocho provincias que tiene el pais. Noviembre es el plazo. Significativo si hasta el momento solo 3 de las 18 provincias están en manos irakies. Para conseguirlo hay que pedir más soldados –hasta veintemil- y más dinero -miles de millones- aunque sea a costa de confesar que los resultados despues de tres años y diez meses de la invasión se han quedado muy lejos de las primeras expectativas. Incorporar al proceso político a más líderes sunies y hasta levantar las restricciones para la participación de militantes del partido Baaz son ases que pueden repartirse en la nueva juegada. Los democratas, el senador Kennedy como encargado de presentar alternativas, siguen tentándose la ropa y poniendo serios reparos a dar luz verde -y sin contrapatidas- a la intención presidencial de sumar tropas a un pozo sin fondo –declara- en el que se huele a guerra civil. La situación en Bagdad antes de la cita hoy con el presidente –sera a las nueve, tres de la madrugada en españa y con un discurso de unos 25 minutos- la situación en Bagdad no ha sido ni mucho menos alentadora. Los helicópteros estadounidenses tuvieron que acudir a la llamada en defensa de soldados irakies. La última batalla en la calles de la capital volvió a teñir de sangre el asfalto con un balance de víctimas que superó el medio centenar.
miércoles, 10 de enero de 2007
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