Irak sigue presentando al mundo (y al presidente George Buhs en particular) números de escándalo antes de lo que promete ser una nueva estrategia, todavía para pensarse desde la Casa Blanca, pero con precedentes tan inolvidables como saber que en el pasado año llegaban a morir 16.273 peronas en un país ocupado y que todavía no se ha podido sacudir una violencia que puede llegar a cobrarse más de 100 víctimas diarias. Los últimos datos oficiales facilitados por los ministerios iraquies de sanidad, defensa e interior resultan escalofriantes. 14.298 paisanos, 1.348 policía y 627 soldados fallecian en el 2006 como resultado de los atentados y enfrentamientos protagonizados por la llamada insurgencia. Naciones Unidas adelantaba otra cifra mucho más espectacular. Simplemente de aceptase que son cien los muertos diarios, una multiplicacion descubriria que la cifra anual de víctimas por la violencia alcanza a las 36.500 personas.
lunes, 1 de enero de 2007
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