Mamoud Amhadinejad nunca defrauda. Convierte en pulpito la tribuna de oradores de Naciones Unidas. Recita el Coran. Habla con imagenes religiosas y deja en el aire los consejos de un predicador a quien asustan los derroteros de perdicion por el que llevan al mundo las grandes potencias /grandes potencias/ que sin nombrar, fueron quienes se repartieron el pastel despues de la segunda Guerra mundial. Amadinejha dice que Iran cumple y que la Agencia de la Energia Atomica ha zanjado los problemas que otros politizan. En la Asamblea General el mas claro, como recogiendo el testigo estadounidense, ha sido hasta ahora el presidente frances Nicolas Sarkozy: Iran tiene derecho a la energia nuclear con fines civiles -repetia- pero no a un arma nuclear porque correria un riesgo inaceptable la estabilidad de la region y del mundo. Su conclusion /medidas todas y cada una de sus palabras/ llegaba mas lejos: "no habra paz en el mundo si la comunidad internacional es debil ante la proliferacion de armas nucleares"
martes, 25 de septiembre de 2007
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