Paul Wolfowitz negocia su dimisión. El consenso tiene solución de compromiso. El adios del presidente del Banco Mundial que nombrara hace dos años el mismísimo George Bush sin escuchar ni a su ministro del Tesoro, pasa ahora por evitar no cargar las tintas en sus faltas o en sus errores (sean europeos o estadounidenses, quienes finalmente se lleven la palma. La solucion esta al caer. Hasta hay quien se atreve a poner nombres de campanillas para lo que en todo caso sera un sonado relevo. Despues de seis largas semanas de tiras y aflojas, Wolfowitz –dicen en la pagina digital del periodico The New York Times, segura portada del diario impreso de hoy- dicen que Wolfowitz está dispuesto a marcharse sin necesidad de que sus directores lleguen a sacarle los colores. El representante británico Thomas Acholar y el abogado estadounidense Eli Whitney Debevoise son al parecer los encargados de poner en limpio las soluciones que al fin de cuentas llegan desde mucho mas arriba
miércoles, 16 de mayo de 2007
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