jueves, 30 de agosto de 2007

Virginia Tech, oportunidad perdida

Haber actuado con urgencia, haber cerrado el campus de la Universidad Politécnica de Virginia (Virginia Tech) inmediatamente después de registrarse los primeros disparos mortales en los edificios de dormitorios, habría conseguido salvar muchas vidas el pasado 16 de abril. El gobernador de estado, Tim Kaine, se ha hecho acompañar de siete de los ocho redactores de un informe que –dice- comprueba lamentablemente como ninguna de las observaciones que se tenían del asesino Cho –su fijación por la masacre de Colombine, su deficiente salud mental, sus escritos- nada se tuvo presente a la hora de permitir su ingreso en la Universidad, lo que representó una gran oportunidad perdida. Es muy frecuente –añade el gobernador, como única reflexión crítica y en voz alta- que las universidades estadounidenses conozcan evaluaciones, notas, escritos de los aspirantes, pero no lleguen a entender lo que el estudiante necesita para tener éxito. El informe voluminoso, más de diez tomos redactados en cuatro meses- ha quedado resumido en veintiún puntos o recomendaciones que –según el gobernador Kaine- exoneran a las autoridades académicas de Virginia Tech, a pesar de que para muchos familiares y estudiantes de la universidad demostraron ese día lo que otros denuncian: estar más preocupados por la gloria y el nombre de la institución que por los problemas cotidianos que viven sus estudiantes
ERRORES SIN RESPONSABLES
Hubo errores, pudieron salvarse vidas, pero la Universidad de Virginia Tech, las autoridades académicas quedan exoneradas de todo pecado. La matanza firmada por el estudiante Cho pudo evitarse de haber tenido la oportunidad de cerrar el campus, de haber actuado con urgencia, pero es una oportunidad perdida según el gobernador Kaine, el encargado de presentar el informe solicitado a ocho personas independientes. El gobernador ha dicho que es penoso no haber reparado ni tenido en cuenta las muchas observaciones recibidas sobre el asesino Cho, su obsesión con la matanza de Columbine, su deficiente salud mental, sus escritos... Ha sido una oportunidad perdida. Familiares de las víctimas y estudiantes que vivieron la tragedia lamentaban y lamentan –hoy como entonces- el tupido velo que ha obligado a pasar por alto responsabilidades de autoridades académicas que eligieron antes que nada dejar limpio e inmaculado el nombre de la institución universitaria, antes que enfrentarse al problema de la seguridad y la formación integral de sus estudiantes. El gobernador Kaine trataba de contentar a todos con una reflexión muy general que puede sonar a impotencia. Es muy frecuente –afirma- que las universidades estadounidenses conozcan evaluaciones, notas, escritos de los aspirantes, pero no lleguen a entender lo que el estudiante necesita para tener éxito. El informe voluminoso, mas de diez tomos redactados en cuatro meses- ha quedado resumido en veintiún puntos o recomendaciones que el presidente de VT -Charles Steger- ha querido comentar despues de saberse exoneradode toda responsabilidad, como su jefe de policía, aunque la matanza pudo evitarse por alguien -no identificado en el informe- si hubiese actuado de otra manera.

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