La nueva imagen de Nueva Orleáns quiere ser bandera solidaria, en un país que no olvida el huracán Katrina, segundo aniversario hoy de una tragedia en la que muchos presumen –hispanos entre ellos- de protagonizar una reconstrucción a golpe de pico y pala. El presidente George Bush pasará la jornada visitando y recorriendo las áreas que fueron castigadas por el huracán, primero en Luisinana, despues tambien por los estados de Mississipi y Alabama, donde la mano de obra hispana se ha convertido en fundamental. Los números vuelven a ser triste referencia para una historia muy lejos de poder escribir el punto y final. Esta mañana, junto al recuerdo de los 1486 muertos que se llevó por delante Katrina, muchos no dejarán de pensar que los 6 mil millones de dólares hasta ahora invertidos en la reconstrucción son calderilla. Muy poco sinero si se recuerda que solo hacer diques más seguros para salvar a Nueva Orleáns de un nuevo envite está presupuestado en mas de 7 mil y eso por desgracia -y si como la naturaleza entendiese de plazos- no se hará realidad hasta el año 2011.
miércoles, 29 de agosto de 2007
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