La cultura del puente o mas todavía, esa pasión que en España tenemos por construtrir acueductos, es algo que por desgracia tardará en llegar a los Estados Unidos. Naturalmente cualquier españolito que vive o pasa unos años por estos pagos aprende muy pronto a hacer suya la sabiduría pupular: donde fueres haz lo que vieres. Y vaya que vieres. Que el mes de mayo empiece sin fiesta del trabajo es casi tanto o mas grave que intentar cazar al vuelo una de esas gangas que Iberia pone como reclamo para inaugurar sus vuelo transatlánticos entre Washington y Madrid yo viceversa. Menos mal que aquí no hay puentes y ni mucho menos acueductos. Pienso en alto y seguro que estoy equivocado. Los españolitos -me digo- siempre nos quejamos de no tener un euro de sobra. Hay que ver lo vacio que se queda Madrid para ir a buscarlos estos dias… Tan vacio que incluso el lider de la oposición ha elegido Cataluña para contar en una emisora de radio lo que no dijo en Televisión Española a preguntas de una pensionista que con 300 se montaba la vida. En fin, que haciendo lo que veo no salgo del chasco. Que para arreglarlo quise ponerme contento pensando en las vacaciones de verano… y aquí es donde acabe en la página electrónica de nuestra compañía bandera. La primera dificultad es descubrir que Iberia quiere vender sus boletos en el mundo -si no eres espabilado- con las únicas salidas de origen procedentes de aeropuertos españoles. Tiene en portada suculentas ofertas. Si compro mis billetes antes del 31 de mayo me garantizan un ida y vuelta desde Washington a distintos aeropuertos de España por la tentadora cantidad de algo más del doble de la mensualidad que cobra la pensionista española María Violeta. Pero no, la triste realidad es bien diferente a lo que se hace y a lo que se ve. Lo que ahora me dice la señorita de Iberia a quien pregunto impaciente por los defectos de la reserva internacional y las primorosas ofertas es que… es que… es que… si estuvieron alguna vez disponibles ya se han agotado. Que si quiero viajar serán 7 sueldos de pensionistas o casi –mejor- los casi ocho mil euros que cobra el mismisimo Rajoy si lo hago acompañado de toda mi familia. Lástima que desde tan lejos no puedan oir mis voces, pero para hacer más efectiva mi protesta me quedaré sin este puente -acueducto para algunos- que despues de todo es una buena y drástica solución para ayudarse a pagar las próximas vacaciones.
sábado, 28 de abril de 2007
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