Paul Harvey ha dicho adios al micrófono. Noventa años y se ha callado para siempre. Su voz es la voz que escucharon millones de estadounidenses. Este sábado del que solo hay uno cada cuatro años, Paul Harvey ha dicho adios y por sorpresa en Arizona. La otra voz -porque aqui voces, solo siempre habrá una- el pionero de la nueva radio, comentarista y presentador, se ha ido sin hacer ruido. A pesar de los pesares, Laura y George Bush han tenido que reaparer a tan solo mes y días de haberse despedido de luces y taquígrafos. El presidente ha sacado tiempo para mandar un mensaje al pueblo que ahora tendrá que recordar para siempre a Harvey a través de unos archivos sonoros incapaces de echarse en en saco roto. Harvey fue el hombre y el milagro de la ABC. Nunca trabajo solo, por eso su mujer Lynne podra echarle aún mas de menos. En el 2000 firmaba un contrato millonario para seguir con la botas puestas. En el 2005, el presidente le colgaba la medalla de la libertad. En el 2009 ha celebrado en la radio su cumpleaños. Esta misma tarde, la sorpresa es que Harvey no tendrá la oportunidad de despedirse de una audiencia fiel que le ha escuchado durante los ultimos cincuenta años.
sábado, 28 de febrero de 2009
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