Está claro: con el dinero pocas bromas. Ahora la bolsa neoyorkina ha vuelto a poner el grito en el cielo. Acaba de cerrar lunes con una caída de más de 250 puntos, tanto como decir que Wall Street se pone como estaba allá por el año 1996. Empieza la semana con miedo y todo porque unos dicen que Citigroup y bancos estadounidenses tendrán que ser nacionalizados por el Gobierno de los Estados Unidos si se quiere salvar de la quema defintiva. Los miedos, miedos son aunque haya frases historicas que quieran ponerlo en el corralillo. Barack Obama no se calla. Sigue mirando a futuro con optimismo. Predicando sin poner esos espantar la crisis. El ultimo compromiso de boquilla es reducir el deficit a la mitad cuando cumpla los primeros cuatro años de su mandato. Esta de campaña y sigue, incluso en el aviso que parece garantizar en su mente una segunda oportunidad. Dinero es dinero, por eso el resto puede pasar desapercibido pero menos. Guantanamo ha recibido por vez primera la visita de un fiscal general de los Estados Unidos. Esta vez los presos han dejado de vivir en ese limbo legal que hasta ahora habian tenido mientras Bush estuvo en la Casa Blanca. No quiere decir que la visita relámpago del ministro Eris Holder vaya a cambiar mucho las cosas. Muchas organizaciones humanitarias no dejan de reclamar transparencia ante lo que parece seguir siendo blanco por fuera y negro por dentro. La administracion Obama se gasta 60 millones de dólares en acondicionar las instalaciones carcelarias en tierras de Afganistán. Ojos que no ven, corazón que no siente incluso para pensar -como hace la teniente coronel Yvonne Bradley, abogada defensora militar del liberado somalí Binyam Mohamed - que lo padecido por algunos presos de Guantánamo “convierta el submarino en un juego de niños”.
lunes, 23 de febrero de 2009
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