martes, 19 de mayo de 2009

Los idiomas y la calceta


Hablar inglés es tan fácil como hacer calceta. Es un idioma sin secretos, como el llamado punto de cruz. Todo es cuestión de habilidad, de experiencia, de poner el hilo sin enredar el ovillo. El aprendizaje de las lenguas es como coser. Coser y cantar. Los problemas no existen. Si existiesen, los problemas serian solo mentales, prejuicios adquiridos por los ciudadanos del mundo. Un español que quiere aprender inglés debe saber hacer calceta. Hay españoles que hablan un buen inglés sin necesidad de haberle dado nunca a la aguja. Son la excepción que confirma la regla. Lo más común es que a los españoles se les haga un mundo aprender algo más que el castellano. Los socialistas catalanes y sus socios han hecho ahora acopio de arrojo. Quieren que los españoles aprendan catalán, vasco y gallego. Se han olvidado de la calceta y eso puede tener consecuencias inesperadas. No somos inteligentes o nos falta un hervor. La excusa está que ni cantada. Por qué debemos aprender catalán, vasco o gallego si no sabemos ni hablar inglés. Pues claro, primero la calceta y luego el punto de cruz. La excusa siempre por delante. No aprendemos, lo primero es lo primero. Somos como somos y no hay nadie ni nada que nos cambie de talante. Lástima que tampoco sea hoy un buen día para aprender hacer calceta.

1 comentario:

valle dijo...

Maestro, espero que no sea cierto lo que dices, y que hablar inglés no sea tan fácil como hacer calceta. Lo digo porque yo debería usar calcetines en las manos de puro torpe que soy. Un beso enorme.