domingo, 30 de abril de 2006

LA CENA

El firmamento Cloony y la despampanante Guitart no fueron capaces de alegrar la noches al presidente George Bush, quien eligio aguantar doblarse a si mismo para alegria de los cada vez mas atrevidos y osados corresponsales de la Casa Blanca. Esta vez, en la cena que homenajea a unos pocos y sirve de diversion a casi todos, el Presidente se repartia los papeles con los amigos del acido Colvert, capaz de poner el punto y final a la velada con un parlamento en el que mas que dardos eran lanzas envenedadas las que arrojaba contra un hombre que aguantaba estoico el chaparron. Bush se fue de la fiesta con un rapido apreton de manos y seguramente mordiendose la lengua para no tener que devolver los improperios recibidos. Y es que con humor, como esta acostumbrado Cloony, se puede uno llegar a poner el mundo por montera.

No hay comentarios: