Condolezza Rice tuvo que aguantar la foto que no queria para conseguir que el ansiado gobierno de unidad nacional que quieren para Irak los Estados Unidos y Gran Bretaña se empiece de nuevo a gestar sin el chiita Jaafari, el primer ministro a quien por su incapacidad le han pedido la dimision. Rice se ha encagado de pregonar al mundo que ha pedido y quiere de los iraquies formar pronto un gobierno de unidad con el que mirar al futuro y superar la violencia. No quiso decir mas, ni tan siquiera aclarar si fue ella con la ayuda de las facciones del partido chiita quien invito a Jaafari a marcharse. Menos mal, que aquí en los Estados Unidos, la jornada dominical estuvo dedicada a ver y dar la bienvenida a la periodista Jill Caroll, ls secuestrada en Irak recien llegada a Boston, a quien buena parte de los ciudadanos de este pais sigue escuhando con sorpresa como si el síndrome de Estocolmo quitase valor a sus palabras y comentarios.
lunes, 3 de abril de 2006
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