Las maletas de Hu Jintao se han llenado en los Estados Unidos de contratos millonarios y de solicitudes imposibles… La visita a la Casa Blanca, el recibimiento extraordinario de George Bush al lider chino que se despide aquí de los Estados Unidos, ha sido de los que marcan epoca, mas que nada porque discutir con Jintao de derechos humanos y libertades no deja de ser un sobrepecio añadido a las que de por si eran necesidades mas urgentes. George Bush quiere que la explosion economica de China, hoy con un crecimiento que llega hasta el diez por ciento; su ambicion desmedida por conquistar mercados, en Estados Unidos la balanza comercial marca un déficit de 200 mil millones; todo tenga como contrapunto una colaboración mayor en la difícil tarea de dar al mundo mas paz y seguridad. Los principios de Oriente y Occidente estan como siempre lejos de tener cuanto menos el mismo orden de prioridades. Bush hablaba de impedir que Iran se nuclearice, de poner fin a las matanzas en Darfur, Sudan. Hu Jintao preferia dejar claro que Taiwán es terrritorio chino y hasta se veia obligado a hacer odios sordos cuando una mujer, desde la tribuna de prensa, clamaba al cielo y trataba de interrumpir sus mensajes… Todo para nada, como si el gigante amarillo fuese mucho gigante para admitir a nadie que le cambien el paso o le quite la palabra.
jueves, 20 de abril de 2006
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