George Bush ha repetido en Cleveland (Ohio) sus conocidas tesis sobre la guerra contra el terror, sin olvidarse incluso de dar un paso al frente en su conocida auto-defensa a la estrategia que se sigue en Irak. El principio, siempre es el mismo, como presidente no renuncia a proteger a este país y a librar a los estadounidense de ataques como los que vivieron el 11 de septiembre del 2001 Los compromisos del presidente para con un congreso y unos ciudadanos cada vez mas en contra de seguir como hasta ahora –esperaba una situación diferente, reconocía en una disertación semidialogada- los compromisos pasan por presentar antes de fin de mes al Congreso el informe sobre el resultado de los ocho compromisos exigidos al gobierno iraki, -todos incumplidos, hasta el momento- amen de pedir al Capitolio que escuche al general Petreaus cuando regrese del frente antes de tomar decisiones que en todo caso estarán a la espera de escuchar el balance presidencial comprometido para septiembre, Ni que decir tiene que hasta entonces la opinión publica seguirá haciéndose notar –como ocurría esta jornada- a través de encuestas que dejan en evidencia lo que ya era conocido… más de un 62 por ciento de la población considera a día de hoy equivocado haberse metido en la guerra, y siete de cada diez estadounidenses quieren que las tropas estén de regreso a casa como muy tarde el año próximo y en el mes abril. Junto a este sentir popular, no debe ignorarse el desencanto que la situación provoca entre influyentes senadores republicanos y el duro editorial que The New York Times publicaba el pasado domingo pidiendo abiertamente lo que los demócratas recuerdan todo los días: las tropas a casa ya.
martes, 10 de julio de 2007
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