Nuevo capitulo judicial para el limbo legal que sigue siendo la prision de Guantánamo, en la base militar estadounidense de la isla de cuba. El Tribunal Supremo de Estados Unidos acaba de aceptar llevar a tramite dos solicitudes presentadas por defensores de llamados combatientes enemigos que quieren saber si las cortes federales pueden escuchar las apelaciones de sus patrocinados al haber protestado su encarcelamiento. La decisión del Supremo llega cuando solo hace unos días la administración Bush dijo que estudiaba planes para cerrar la prisión de Guantánamo y trasladar al medio millar de detenidos que todavía tiene allí confinados a prisiones militares en suelo estadounidense, La teoría siempre defendida por esta administración es que los tribunales de justicia civil no pueden tener jurisdicción sobre estos casos y -hasta a solicitud del supremo- consiguieron una ley del Congreso estadounidense por la que se autorizaba la creación de tribunales militares para juzgar a los presos de Guantánamo, donde llegaron supuestos lideres de alcaeda hasta entonces confinados en prisiones secretas.
DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO
Guantánamo seguirá quitando el sueño al presidente George Bush, quien acaba de enterarse que la cárcel en la que mantiene a medio millar de llamados combatientes enemigos –muchos sin cargo ni acusación, despues de cinco años- ha vuelto a ser preocupación judicial para el tribunal Supremo de los Estados Unidos. Los nueves jueces que también son los llamados a resolver dudas y problemas constitucionales han decido volver a revisar sus opiniones del pasado abril y –habían pasado menos de 60 días- corregir sus decisiones anteriores y considerar a estudio la reclamación formulada por defensores militares que alegan la necesidad de que sus patrocinados –hoy en la isla de cuba y en la prisión de la base militar de Guantánamo- puedan ser presentados ante tribunales civiles en suelo estadounidense. La pelota amenaza con seguir en el tejado por lo menos hasta después de vacaciones, cuando los jueces del Supremo regresen al trabajo en octubre, si hasta entonces el ejecutivo no se atreve a tomar otro tipo de decisiones… Entre ellas –aquí en RNE lo hemos adelantado- la posibilidad de cerrar Guantánamo en cuanto sea posible y trasladar a sus cientos de detenidos a prisiones militares que -en la actualidad- estarían siendo acomodadas y acondicionadas en los estados de Kansas y Carolina del Sur. El pasado mes de abril seis magistrados decidían –con tres votos en contra- no examinar la constitucionalidad de la ley aprobada por el Congreso hace un año y con la que se autorizaba en Guantánamo la creación de tribunales especiales de enjuiciamiento. Esa ley fue ya una solución recomendada por el Supremo para corregir en parte ese limbo legal en el que siempre ha estado instalada la prisión de la base naval estadounidense en la isla de Cuba.
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