Será por dinero. Este país esta en guerra y puede ponerse de guerra en cualquier momento y circunstancia. Por eso, las arcas publicas están siempre abiertas a defender a sus hombres, a proteger a sus soldaods a evaluar -es el caso de irak- dónde y cómo pueden morir sus heroes. Esta semana, en la Colina del Capitolio, en la capital federeal de los Estados Unidos, una exposición guerrera ha enseñado a sus señorias y a sus invitados los últimos artilugios de la guerra. Jornada de Modernización del Soldado era la oferta y diputados y senadores pudieron ver y hasta probar cuales son las ultimas preocupaciones del Pentágono. La primera y fundamental tener siempre despierta a la tropa. Evitar sonnolencias, bostezos –incluso- cuando hay que salir de misión. El remedio es simple: chicle, pero un chicle tan especial como extraordinario. Se llama Stay Alert, tiene sabor a canela y contine 100 milígramos de cafeina como si además de mascar el soldado o sus jefes se tomasen (sin darse cuenta) un café de los nuestros, muy lejos del aguado café americano. El chicle del soldado –alerta permanente- tiene sus instrucciones particulares.Debe marcarse durante cinco minutos y si no estás despierto –reza en letras muy visibles- si no estás despierto masca otro chicles. Toma un tercero, si la fatiga persiste. Claro que no debes superar más de tres en tres horas, o más de diez en un día. La conclusión salta a la vista. Los soldados estadounidenses tienen la posibilidad de mascar para estar despiertos –es barato, no hay que rascarse demasiado los bolsillos- pero otra cosa bien diferente es seguir despiertos cuando como en el pasado mayo –o desde que el presidente declaro terminadas las hostilidades hace mas de tres años- sus coches saltan por los aires en lo que llaman bombas de arcen, bombas que la llamada insurgencia hace explotar cuando en sus Humvees los soldados patrullan por el triangulo más peligroso de Irak. Allí, los chicles se regalan por docenas pero los nuevos vehículos acorazados que ha diseñado y encargado el Pentagono para sustituir a sus Humvees están todavía por llegar a los cuarteles… Se llamarán BULL, “toros” de medio millón de dólares capaces de aguantar explosiones como las que hasta la fecha se han llevado por delante la vida de un 69 por ciento de los casi 3500 soldados muertos caídos en esa guerra. Por desgracia, los Bull se fabrican a cuesta gotas, cien por dia, pero son tan caros que de momento es mucho más fácil y sencillo enseñar en el Capitolio de Washington chicles para mascar que acorazados con los que defenderse de las bombas del siglo XXI.
lunes, 11 de junio de 2007
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