Buscar el sueño americano, cruzar la frontera con Mexico, emigrar a los estados unidos con el proposito de ganar un puñado de dolares, mantener a una familia y con el tiempo cambiar de suerte es tarea que GERMAN GOMEZ puede compartir con cientos de miles de sus compatriotas. El sur de los estados unidos habla por esa razon mas en español que españoles en España pero la historia de German es bien diferente y hasta puede llegar a poner los pelos de punta.
German, 23 años, todavía vive paro ya no trabaja en el estado de Florida. Ahora difícil tiene mirar al futuro con esperanza. Su mujer y sus dos hijos en Mexico saben que sus sueños se han perdido por el camino y solo en un segundo… cuando un dia de noviembre regresaba a casa del trabajo
German –desde una silla de ruedas, incapacitado- deja hablar a su abogado. David Kibilium, incapaz de explicarse lo que paso aquella fatidica noche. Su cliente se equivoco de edificio, llamo al que solo pensaba era su apartamento, la misma puerta el mismo numero, pero en el bloque de al lado… ingles que no entendio, gritos, miedo, policia, carreras y un disparo que alcanzaba su cabeza al confundirle con un peligroso delincuente…
Galindo Gomez, el hermano de German, ha tenido que ir a recogerlo al centro de rehabilitación de Bauer donde la policia del condado pagaba los servicios de atención y recuperacion de su equivocada victima. Un comunicado advertia hace unas horas que de diciembre a marzo asumieron sin que les correspondiese las atenciones de German… Ahora la policia del condado de Bauer, en Florida, se lava las manos y deja que el sueño americano regrese por la via de los tribunales y si es caso con la ayuda de autoridades consulares mecicanas, como Jorge Lomonano, cónsul en La Florida, capaz todavía de no darse por vencido.
La historia de German Gomez -23 años, insisto- se repite de boca en boca. Los mexicanos, los 45 millones de mexicanos legales que viven y trabajan en los Estados Unidos siguen soñando, pero en muchos casos –y con los ojos bien abiertos- en este dia de marzo, las pocas palabras de German Gomez siguen martilleando su corazon…
German, 23 años, todavía vive paro ya no trabaja en el estado de Florida. Ahora difícil tiene mirar al futuro con esperanza. Su mujer y sus dos hijos en Mexico saben que sus sueños se han perdido por el camino y solo en un segundo… cuando un dia de noviembre regresaba a casa del trabajo
German –desde una silla de ruedas, incapacitado- deja hablar a su abogado. David Kibilium, incapaz de explicarse lo que paso aquella fatidica noche. Su cliente se equivoco de edificio, llamo al que solo pensaba era su apartamento, la misma puerta el mismo numero, pero en el bloque de al lado… ingles que no entendio, gritos, miedo, policia, carreras y un disparo que alcanzaba su cabeza al confundirle con un peligroso delincuente…
Galindo Gomez, el hermano de German, ha tenido que ir a recogerlo al centro de rehabilitación de Bauer donde la policia del condado pagaba los servicios de atención y recuperacion de su equivocada victima. Un comunicado advertia hace unas horas que de diciembre a marzo asumieron sin que les correspondiese las atenciones de German… Ahora la policia del condado de Bauer, en Florida, se lava las manos y deja que el sueño americano regrese por la via de los tribunales y si es caso con la ayuda de autoridades consulares mecicanas, como Jorge Lomonano, cónsul en La Florida, capaz todavía de no darse por vencido.
La historia de German Gomez -23 años, insisto- se repite de boca en boca. Los mexicanos, los 45 millones de mexicanos legales que viven y trabajan en los Estados Unidos siguen soñando, pero en muchos casos –y con los ojos bien abiertos- en este dia de marzo, las pocas palabras de German Gomez siguen martilleando su corazon…
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