No es ninguna broma. Condolezza Rice se ha comprometido a permitir este año la entrada de siete mil refugiados iraquies en los Estados Unidos. El compromiso es irrisorio si se compara con los cuatro millones de refugiados que se calcula lleva generada la invasión-guerra desde que George Bush decidiera derrocar a Sadam Husein y buscar las armas de destrucción masiva que nunca existieron. Naciones Unidas ha bendecido la iniciativa pues, a pesar de todo, debe pensar que menos da una piedra. Aceptar ahora la llegada de 7000 refugiados iraquies es multiplicar por diez los 700 que llegaron y fueron aceptados en los Estados Unidos el pasado año.
jueves, 15 de febrero de 2007
MENOS SERIA NADA
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