ZARQAWI VIVIA ENTRE PALMERAS

George Bush sabe que la mision de los Estados Unidos en la guerra contra el terror no ha terminado con la muerte del terrorista Abu Musab Al-Zarqawi. Bush decia desde la Rosaleda de la Casa Blanca que fuerzas estadounidenses han llevado la justicia hasta Irak al dar alli muerte a uno de los terrorista mas buscados y responsable, entre muchos secuestros y asesinatos, ser el instigador del atentado contra el edificio de la ONU en Bagdad en Irak El presidente añadia a la lista de cargos contra Al-Zarquawi la reflexion de que este es un golpe severo para Alcaeda, un golpe mortal conytra la guerra con el terroismo, pero de inmediato dejaba claro que la mision de los Estados Unidos en Irak no termina, pues no se puede esperan el final de la lucha sectaria. El proximo lunes se reuniera con sus asesores en Camp Dacid para diseñar nuevas formas de colaboración con el gobierno iraki al que ha vuelto a riterar su apoyo y felicitación. El martes, junto con el embajador iraki en los Estados Unidos, celebraran una vidoconferencia con el primer ministro AlMaliki de quien -aseguraba- debe sentirse orgulloso el pueblo iraki, tanto como los estadounidenes de unos hombre y mujeres de uniforme, sus fuerzas armadas, que son las mejores del mundo. Bush sabia de la mierte de Al-Zarqawu a las nueve de la noche, tres de la madrugada en España


La operación militar conjunta entre las fuerzas estadounidenses e irakies daba conienzo alrededor de las seis de la tarde en Bagdad. Un avion lanzaba dos bombas de precisión de 250 kilos cada una contra una vivienda a las afueras de la ciudad de Baquwa, a 65 kilomentros al noreste de la capital Bagdad, donde encontraba la muerte el terrorista mas buscado de Irak en compañía de otros siete de sus mas inmediatos colaboradores. Las primeras imágenes muestran una zona entre palmeras, una edificación reducida a escombros donde los curtiosos recogen todavía ahora enseres domesticos y ropas que han quedado entre miles de cascotes. Militares irakies fueron los primeros en identificar por huellas dactilares y cicatrices y dar por muerto a Musab Al Zarqawi, jordano de 38 años, y por el que la administración de George Bush habia ofrecido 25 millones de dolares, la misma recompensa que la ofrecida por el lider de alcaeda Bin Laden. La colaboracion de civiles irakies, el ultimo video emitido por el propio Zarqawi y el intercambio de información de la agencias de intelegencia -en especial la ayuda de Jordania y las declaracions de algunos detenidos- han permitido acabar con este hombre al que Estados Unidos consideraba el lider de la insurgencia y el institgador principal de los atentados mas sangrientos cometidos en Irak desde la invasión estadounidense