BUSH Y LA VUELTA DE TUERCA IRAKI

George Bush vende optimismo sin que el ciudadano estadounidense acabe convencido de que la solucion pasa por sus nuevos mensajes. El presidente ha dicho desde Camp David, distendido y arropado por su ganinete de criris, que el éxito en Irak depende de la capacidad del nuevo gobierno iraki para responder a las necesidades de su pueblo. Los democratras habian advertido que el encierro en la residencia de las montañas de Maryland pueda acabar en frases bonitas. George Bush asegura y presume conocer hoy mejor que ayer la nueva realidad iraki. Su embajador en Bagdad se lo ha contado con detalle. Eso debe ayudarle para celebrar las videoconferencias de este martes convencido de que el dialogo y el entendimiento del gobierno Al Maliki con su gabinete y jefes militares seran prioritarios para encontrar vias de solucion a una guerra que salvo la repetida aseveración de que solo tiene como final la victoria se encuentra cada dia que pasa en una situación mas incierta.