Ropa y sabanas hechas jirones fueron los utensilios utilizados por los tres reclusos que en Guantánamo conseguian quitarse la vida ahorcandose en sus celdas, en un acto de guerra, según interpretación del contraalmirante Harris, que no como en un acto de desesperación. George Bush que solo hace 48 horas confesaba al primer ministro danes en Camp David su deseo de cerrar Giantanamo, recibia la noticia con preocupación y a decir de su portavoz Tony Show, daba ordenes precisas para tratar los cuerpos de los fallecidos –dos saudíes y un yemeni- con el respeto que exigen las costumbres musulmanas. Los hechos de Guantanamo pasaran de nuevo a estar en investigacion por las autoridades militares estadounidnsdes, que han vuelto a escuchar esta misma noche (era madrugada en España) las protestas de abogados y organizaciones humanitarias por el limbo legal en el que se encuentran los mas de 450 detenidos que en la actualidad estan en Guantánamo en muchos casos ignorando los cargos y delitos de los que se les acusa.
ACTOS DE GUERRA
Actos de guerra es el calificativo encontrado por el Pentagono para explicar los tres suicidios que han protagonizado en Guantánamo dos reclusos saudíes y un yemeni en estas ultimas horas. George Bush ha preferido –desde su residencia de fin de semana en Camp David- hacer saber que se encontraba profundamente preocupado, al tiempo que daba ordenes para que los cadáveres de los reclusos fuesen tratados con el debido repeto a las costumbres musulmanas. Es la primera vez que en la base estadounidense de la isla cubana -por donde han pasado mas de 750 detenidos a los que por lo general no se le presentan cargos- es la primera vez que en mas de 40 intentos, tres consiguen su proposito sin que el portavoz estadounidnse –en esta ocasión el general Craddock- considere este hecho como un acto de desesperación.
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