domingo, 1 de enero de 2006

BUSH INSISTE EN EL NUEVO AÑO

Goerge Bush insiste, pasa de las advertencias del Congreso, de las llamadas al orden de senadores de su propio partido y reclama su derecho a defender al pueblo de los Estados Unidos aun a costa de interpetar la ley, autorizar programas de espionaje telefonico y hacerlo sin recibir la autorización de los tribunales competentes. Bush ha ido hasta un hospital tejano en el que se atiende a soldados heridos en Irak para repetir que ¨si sabemos que hay un numero de telefono vinculado con Al Qaeda, o que hay una persona vinculada con Al Qaeda y están haciendo llamadas, me parece que tiene sentido que averigüemos por qué". A partir de esa premisa, el presidente ha vuelto a la carga. Este es un programa limitado que apunta a impedir ataques contra EEUU y, repito, es limitado". Y de final, o como siempre, el recurso de matar al mensajero, la filtración a la prensa de este programa -noticia divulgada porel NYT- ha causado un grave daño a la seguridad nacional, aunque con una conclusión "Creo que la mayoría de los estadounidenses –dice- comprenden la necesidad de que averigüemos qué planifica el enemigo. George Bush tendra que explicar en el Congreso, antes o despues pero siempre en el año recien inaugurado, como se pudo arrogar poderes que para muchos violan el inviolable derecho estadounidense a la privacidad, cuestion que ademas ha seguido siendo aireada por medios de comunicación, como el WP. Periodico que descubrina en las ultimas horas la posibilidad de que la agencia encargada de hacer los pinchazos telefonicos –la poderosa Agencia de Seguridad Nacional, por sus siglas NSA- compartiese sus averiguaciones obtenidas con dudosa legalidad con otras agencias estatales que siempre han estado autorizadas a pedirlos. El rotativo cita por ejemplo a la Agencia de Inteligencia de Defensa (DEA) , a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y al departamento o superministerio de la seguridad nacional.

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