Dick Cheney, el vicepresidente estadounidense, vive y paga en carne propia los desaguisados politocos en los que acaba el año la administración del presifente George Bush. Cheney se ha visto obligado a recortar su gira por el Oriente, vendida desde el pasado fin de semana a bombo y platillo al visitar por sorpresa Irak, para regresar precipitadamente a Washington, donde su voto podria resultar decisivo en los trabajos que todavía tiene pendiente el Senado de la nacion. Richard Cheney, como vicepresidente, es tambien el encargado de presidir las sesiones de la camara alta, donde en caso de empate de sus 100 senadores y pese a que hoy la mayoria es republicana, su voto es cualitativo y sirve para romper igualdades. La rechazada prorroga de la ley patriotica y la aprobación de presupuestos para la lucha cotra el terrorismo son mas importantes que proseguir su visita por Pakistan, Egipto o Afganistan.
martes, 20 de diciembre de 2005
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