Mark Felt ha elegido decir adiós cuando Richard Nixon resucita. Paradojas de un destino que a veces puede llegar a contagiarse con los virus de la mas rabiosa actualidad. Felt acaba de fallecer en California a los 95 años de edad. Era un policía de película con muchas horas de vuelo. Felt hizo siempre muchas cosas raras, algunas le han servido para pasar a la historia y ser historia misma. La mas sonada, la que hoy le convierte de nuevo en protagonista estelar, fue su silencio. Paradojas de la vida. The Washington Post vuelve a reconstruir para sus lectores la que será de por vida su exclusiva más sonada. Hacer dimitir a un presidente de los Estados Unidos no es cosa que pueda ocurrir todos los días. Nixon y Watergate irán siempre de la mano. Mark Felt fue el agente encargado de tirar de la manta. Garganta Profunda era una marca de identidad que hasta hoy no debiera haber salido en los papeles. Estaba llamado a ser el heroe del día en las páginas del Washington Post. Se lo debian Woodward y Bernstein a quienes ayudó en su tarea de contar y escribir la que fue la noticia de su vida. Felt no pudo esperar. Hace tan solo tres años, desde su casa de Santa Rosa, California, donde ha fallecido en un hospital esta pasada madrugada, volvía a tirar de la manta con la ayuda de la revista Vanity Fair. Fue para Mark Felt su último minuto de gloria. Su última oportunidad para intentar en vida cerrar una carrera no exenta de sobresaltos. Nixon ha vuelto ahora a estar de moda. La película FrotsNixon firmada por Ron Howard es un motivo mas para refrescar la memoria, para aprender de los errores del pasado e intentar que el futuro sea diferente. Ahora, Felt solo es el contraste. Nixon fue el primero en inaugurar las exclusivas pagadas. Mark Felt el penúltimo en enterarse de que una garganta profunda no da de comer a quienes hoy van a llorar su muerte.
viernes, 19 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Disdulpe, señor Magín, estoy desolado por la noticia de su marcha de Radio nacional.
Pero no termina de quedarme claro. ¿Se acoge usted al ERE o dice NO al ERE?.
En Enero se prejubila y aún así busca trabajo o renuncia a la prejubilación, se va de RNE y se busca otro trabajo. ?¿??¿?
Gracias
Querido Francisco... No este usted desolado porque en RNE hay mcuha cera para arder... Quedele claro que me voy al ERE sin remedio, que como he dicho bien alto cojo el dinero y corro porque asi esta en los escritos... pero lo que se entiende por prejubilado se lo dejo a otros. No busco trabajo, lo tengo aun a pesar de quienes se empeñan en decir que hay que estar cruzado de brazos. La mejor prueba es que aqui esta en pequeños retazos lo que veo y lo que cuento. Se paro o se jubila quien asi lo quiere. Yo le diho -Francisco- que quiero morir con las botas puertas. Si en nuetra querida España hay que estar parado, pues viva la Pepa, lo estare pero corriendo mas que antes que para eso nos regalan un sueldo que al fin de cuentas pagan todos los españoles. Lo que dicen de eso en los Estados Unidos, me lo callo o que algún dia antes de irse nos lo explique Solbes... A mi quedo en hacerlo en el que podria convertirse en el penultimo viaje oficial a este pais que dejare a primeros del mes de enero. Gracias por su interes y si es el Francisco que me temo... le sigo en su blog a ritmo de ribera y Duero.
Muchas gracias por su pronta respuesta, señor Revillo. Soy un sencillo oyente de "a pie", estoy desolado porque lo que están haciendo con RNE hace que en mi casa cada vez se me cuelen más voces que me hablan a "tontas y a locas" y en cambio desparezcan una gran cantidad de ellas admirables, como es su caso, con las que comparto una vieja amistad, aunque ustedes no lo sepan, pues forman parte de un selecto grupo de amigos a los que siempre he dejado hablar sin decir yo ni mu, que no es un privilegio habitual, no se crea. Por unas cosas u otras ya he perdido: a Andrés Aberasturi, a Fernando Argenta, a Julio Cesar Iglesias, a Sebastián Álvaro (etc) e incomprensiblemente a Manolo HH, este último creo que en lugar de prejubilarle lo han pre-prejubilado desterrándole al silencio aún estando en activo y a sus oyentes unas madrugadas sin alma.
Yo a usted le conocí ya en su etapa de corresponsal. Siempre me ha parecido que aporta algo más de lo que se espera de un cronista informativo, en todas sus intervenciones se percibe en su voz una humanidad y cercanía especiales y sobre todo y por encima de todo un enérgico entusiasmo, que hace percibir cualquier información como un evento intenso e irrepetible. No importa a la hora del día o la noche que se escuche, su voz, Sr. Magín siempre suena apasionada, y esta pasión unida a su humildad, la solidez de su oratoria y su sensibilidad la convierten en una esas que da gusto descubrir en la cercana cotidianeidad.
Me han contado que antes de ser corresponsal, su voz sonó también en alguna época en las madrugadas de RNE, que se inventaba una forma de hacer radio cada noche, que era capaz de salir a la calle a esas horas con un micrófono en la mano para escuchar la realidad. Qué diferencia con el actual inmovilismo de la radio nocturna en la que la mayoría de los pseudoprofesionales, con sus culos calentitos en un estudio, se limitan a coger el teléfono a los oyentes para ir rellenando horas y horas. Me cuentan que era considerado en los pasillos de RNE como una figura vanguardista e imprevisible capaz de sorprender con cualquier propuesta a sus propios compañeros. Ojalá pudiera disfrutar escuchando su quehacer en aquélla época, cuánta falta hace que se pongan a disposición de cualquier paisano los archivos sonoros de RNE.
En fin, disculpe mi torpeza pero creí tras leer su escrito del "Ere mi niño" que usted había renunciado a "coger el dinero y correr" y se lo había tirado a la cara a esos renovadores sin alma, pues parece que ganas no le faltaban.¿Tan irrechazable es esa oferta que les hacen?, ¿no hay ningún Espartaco que se halla plantado y en lugar de al Ere halla preferido apuntarse al "Erre que Erre" y seguir a lo suyo?.
En fin señor Magín gracias por todos esos momentos en los que me ha dibujado usted de forma tan agradable parte de realidad que yo no abarcaba, trataré de seguirle la pista.
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