Kofi Annan reparte estopa. Será en unos de sus último discursos oficales, la herencia del secretario general que hace 50 años llegaba desde Ghana (Africa) a la Universidad de Minesota no abandona la polémica. Estados Unidos se convierte en su bestia negra. El país más poderoso de la tierra debe aprender a respetar el derecho internacional y sus principios en las acciones militares y en la lucha contra el terrorismo. Ninguna nación puede hacerse más segura buscando la supremacía sobre las demás. Annan habla claro. Ha preperado un discurso que será leido en la biblioteca museo del presidente Harry Truman en la ciudad de Independence, estado de Misuri. La elección no es tampoco casualidad. Truman fue un presidente que se volcó en el multilateralismo y el diálogo internacional. A los gobiernos –dirá Kofi Annan- se les debe pedir responsabilidades. Los entrecomillados son del periódico USA TODAY, el único que a estas horas ha tenido acceso al texto y lo ha convertido en su portada de este lunes. El todavía secretario general de Naciones Unidas, su mandato concluye el 31 de diciembre, publica tambien hoy en el Washington Post un artículo que titula Lo que he aprendido, una nueva oportunidad para conocer su experiencia en titulares. Solo trabajando para hacernos seguros los unos a los otros podremos esperar lograr la seguridad duradera para nosotros mismos. Sus cinco particulares lecciones –seguridad, bienestar, derechos humanos e imperio de ley, responsabilidades y representatividad- tienen una conclusión: los estadounidenses, al igual que el resto de la Humanidad, necesitan un sistema global que funcione. La experiencia ha demostrado, una y otra vez, que el sistema funciona mal cuando Estados Unidos se mantiene al margen pero funciona mucho mejor cuando hay liderezgo perspicaz por parte de Estados Unidos.
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