jueves, 19 de marzo de 2009

Mario y la subvención del zapato

El premio es lo menos importante, pero Mario ha sido capaz de soñar despierto. Tiene diez años. Cada mañana le cuesta un mundo ir al colegio. Un balón metido en la cabeza y unos dedos bailones son su mejor tarjeta de presentación. Mira a las pantallas con tanta facilidad como su padre jugaba a indios y vaqueros. Las matemáticas le gustan mas que coger un libro. Sus profesores le tienen marcado. Es un gamberrete divertido que hace reir a su clase. Un latin-lover en tierras estadounidenses a quien la vida nunca le resultará un problema. Mario es mi hijo. Sus circunstancias son tener una hermana sobresaliente. Ser el segundo y el último puede tener esos contratiempos. Lo lleva con resignación y elegancia. Sabe buscarse la vida. No protesta y si protesta lo hace con razón. Sabe aguantar, a veces mas de la cuenta. Tiene salero pero es un especialista en meter la pata. Hablar mas de la cuenta y preguntar siempre. Mario ha llegado hoy del cole mas contento que una moto. Está en la carrera, es finalista de un concurso muy especial. Puede aspirar a ser el alcalde del futuro. Eso es lo que tambien hacen en la escuela. Educación para una gran ciudad y en tiempo de crisis. Mario se ha descolgado con una propuesta singular. Una idea de premio, como la que ahora sigue en juego. Hay que conseguir ciudades ecológicas, piensa el chaval. Ciudades limpias de humos. Menos coches en las calles. Y para conseguirlo, una solución para quedarse calvo detrás de las orejas. Mario propone abaratar y subvecionar los zapatos de cada ciudadano. Con zapatos más baratos la gente puede y debe andar más. No usará tanto el coche. Hará ejercicio y tendrá más salud y más dinero. Esa es la idea de Mario con la que ha conseguido llegar a la final. El resultado tendremos que esperar a conocerlo hasta dentro de unos meses. Mario está mas que contento y su padre frotándose los ojos. La idea es ejemplar, no solo la que hace mi hijo candiato a premio (que tambien) sino la que patrocina un ayuntamiento y unas escuelas públicas que parecen ir de la mano. Habrá que saber luego qué piensan y cómo actuan los alcaldes de Chevy Chase y Bethesta, pero de momento los chavales están en su salsa. Pensar es ya todo un gran regalo, porque el premio no deja de ser soprendente. A la mejor idea, al mejor proyecto con diez años de vida, le van a dar una vuelta durante una hora en un coche policial. Mario está que no se lo cree. Es modesto, siempre demasiado modesto. Tan modesto que este año que puede hacer realidad uno de los sueños de su vida. De momento, se dice incha del Real Madrid cuando todos apoyamos desde siempre y en casa a un Barça que se sale. Un Barça como Mario, capaz de ganar sin humos y sin pistolas.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Felicidades a Mario... Me parece (creo que el jurado ha pensado lo mismo) una idea genial por lo simple y facil de aplicar... De resultados dudosos, pero... Y eso a quien le importa... Tampoco se obtienen resultados mejores (si mas caros) con las ideas de ciertos políticos.

Un saludo y un abrazo a Mario de Manolo Verdegay

Forjas dijo...

Querido MAgin ¿donde estás? Necesito hablar contigo, necesito saber qué haces. De momento me alegro de que tengas gente seria, del Real Madrid, cerca de ti. te hará mejor.
paco Forjas