Gasol, en el punto de mira

La tormenta lejos de escampar arrecia donde mas duele. Esta vez, los jugadores españoles de la NBA podrán merendarse en Pekín con los sapos y culebras que periódicos como The New York Times y Los Angeles Times –de costa a costa de los Estados Unidos- ofrecen a sus madrugadores lectores. El periódico de la ciudad donde juega Pau Gasol en el equipo de los Lakers dice que sus disculpas no son suficientes y el periódico neoyorkino –despues de provocar la reacción airada de mas de seiscientos internautas- calilifica el anuncio español de falta flagrante reclamando sanciones de un Comité Olímpico Internacional que hasta ahora solo ha preferido exigir disculpas a los jugadoras y jugadores olímpicos de baloncesto. La peor parte, en cualquier caso y en esta cultura anglosajona donde el gesto que Calderón llama cariñoso puede convertirse en un grave insulto, la peir parte la van a vivir los jugadores que como él forman parte de la exclusiva y diferente NBA, esa liga estadounidense de las estrellas del baloncesto donde los patrocinadores reparten jugosos dividendos y millones de dólares a sus deportistas si no hay comunidades que sintiéndose heridas o discriminadas son capaces de amenazar con boicots a marcas o productos comerciales.