Los derechos de los detenidos y la proteccion del ejercito de los Estados Unidos estan en el centro de la cuestion. El debate y las diferentcias politcas a ocho semanas de las elecciones para renovar el Congreso han obligado al mismismo presidente George Bush a entonar el zafarrancho de combate. Bush insiste que sus planes son necesarios para la defensa de la nacion, santones de su partido no solo le contradicen sino que ademas aprueban un proyecto de ley en comision capaz de amparar y conceder derechos a los detenidos de Guantánamo. Senadores que vistieron de uniforme, republicanos con prestigio tan reconocido entre las fuerzas armadas somo Jhon McCain,. Jhon Warner o Lumseay Graham abanderan ahora en la camara alta la opocision a los planes de su presidente, sin renunciar a la vigencia de la Convencion de Ginebra sesenta años despues de su promulgación. Las espadas van a seguir en alto durantre algun tiempo, como las preguntas entre compañeros del mismo paertido. No meteriamos la cabeza de Bin Laden debajo del agua para que nos dijese lo que sabe, se preguntaba el senador republicano Peter King. Para otros, como para el demócrata Durbin, pronto sera el retraso en la legislacion sobre detenidos o escuchas telefonicas, el centro del debate, y entonces los republicanos se olvidaran de sus diferencias y nos echaran la culpa de haber dejado desprotegido al pais.
viernes, 15 de septiembre de 2006
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