George Bush tiene problemas. Acaba de reunirse con los legisladores republicanos en el Capitolio de Washington y todo hace pensar que sus planes para Guantánamo, su deseo de que sean tribunales miitares quienes juzguen al medio millar de detenidos llevados a la base estadoubidnse en la isla de Cuba, son cuanto menos puestos en agua de borrajas. Bush daba la cara ante los micrófonos, confesaba su intencion de seguir el dialogo con la finalidad siempre de defender al pais , ha sido una visita muy productiva pero callaba que senadores como Jhon McCain y otros ilustres republicanos como John Warner o Lindsey Graham -ante la cercania de las elecciones que renuevan las camaras el siete de noviembre- se andan como mucho tiento a la hora de resolver por las prisas y con cartacer de urgencia un problema cuanto menos delicado. Tan es asi, que hasta lideres militares, como el general de cuatro estrellas retira y exsecretario de estado colin powell, acaba de hacer publica una carta-manifiesto donde dice textualmente que el mundo esta empezando a tener dudas sobre la moral que se aplica en la lucha contraterrorista y da su apoyo personal al republicano McCain en su conocida intencion de respetar siempre y aplicar a los detenidos la Convencion de Ginebra
jueves, 14 de septiembre de 2006
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