Sigue siendo verdad, que toda historia, hasta el viaje del presidente de los Estados Unidos a India y Pakistan –con escala sorpresa en Afganistan- sera (como suele ocurir siempre) del mismo color del cristal con el que se mire. Las televisiones con las imagenes mas singulares de la visita -con sobredosis de turbantes y colores- se encargan de ensalzar la cara positiva de dos paises que engrasan unas relaciones ahora mas necesarias que nunca… olvidandose por ello de poner en solfa diferencias pasadas aunque nunca eso quiera decirse que den carpetazo a las realidades. Medios escritos prefieren el analisis, pero siempre desde el punto de vista optimista por no decir laudatorio. El viaje de Bush, para periodicos mas afines, se convierte incluso en la jugada maestra… por no decir que conceden hasta una matricula de honor al inquilino de la casa blanca por atreverse –como hiciera Nixon con China.- a poner los ojos y las atenciones del imperio en un pais superpoblado con el que se hace necesario consensuar programas nucleares en un mundo donde el terrorismo puede cambiarlo todo… incluso -paradoja de la gira- que George Bush viaje de la India a Pakistan, volando por encima de ese polvorín llamado Cachemira, santificando una distensión de la que son hoy los Estados Unidos uno de sus primeros beneficiarios… oliendo a energia y a esas muchas necesidades comunes de tener accesos a combustibles como gases y gasolinas.
jueves, 2 de marzo de 2006
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