martes, 4 de noviembre de 2008

Participación, por las nubes

Llegó ese dia donde todo se ha preparado para ser diferente. La fiebre de la esperanza, lo que es la fe del cambio, salta a la vista de norte a sur y de este a oeste. La participación ha roto y rompe previsiones… Obama o McCain, la cámara de representantes, un tercio del senado, 11 gobernadores… Estado Unidos vota en cinco usos horarios diferentes con sol y calor de justicia o con frio y hasta viento helador porque este país es tan grande como para que podamos decir que hay de casi todo.
EL DIA DESPUES
La ilusión es lo último que se pierde, pero no debe confundirse con la más cruda realidad. El mundo mañana será como hoy un mundo con problemas al que no podrá pintarse de soluciones con la sabána de la esperanza. Mas de 130 millones de estadounidenses pueden como ciudadanos registrados depositar su voto. Es la fiesta que solo resulta descafeinada de no encontrar –cosa que pasa- la papeleta deseada o tener que pelearse con una maquina de votar colapsada o que no entiende. Anecdotas no van a faltar, pero el dia después es el que debe marcar tambien las diferencias… Las decepciones de los unos o de los otros seran la obligada atención del dia despues

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