El ajuste de cuentas, la presunta venganza de la que hablaba ayer el coronel y jefe de la policia de Pennsylvania, Miller, se ha convertido ahora, en el cargo de conciencia que durante veinte años llevo a sus espaldas el asesino Charles Roberts. El abuso a familiares menores de 3 y 4 años y el sueño siempre reiterado de volver a repetirlo es una de las razones que le llevaron al sucidio, según podría desprenderse de los escritos que este repartidor de leche , con 32 años, dejo a su mujer. Charles era padre de tres hijos, aunque ya le habia afectado profundamente la perdida de un cuarto hace nueve años. Nadie puede explicarse cómo ayer, armado hasta los dientes, asaltaba una escuela Amihs en el condado de Lancaster, maniataba a sus victimas, ejecutaba a tres con un tiro en la nuca, y firmaba una tragedia, que -sin aparentes abusos sexuales- ha terminado tambien con la vida de dos niñas mas, fallecidas esta pasada madrugada y con diez mal heridas, cinco todavia hospitalizadas y alguna en estado crítico.
martes, 3 de octubre de 2006
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