Se busca y tiene una excelente recompensa… hay que evitar la comida basura, las grasas con la que habitualmente se acompaña, peligros como los que ofrecen empresas en la picota hoy como Kentucky Fried Chicken — grasas saturadas y sal, en unos productos que disparan el colestorol- pero una naderia si se les compara con la grave amenza que se escode detrás de las llamadas grasas hidrogenadas atifícales. La justicia ha tomado cartas en el asunto, en Nueva York y en la ciudad de los rascacielos, quieren acabar con todo lo que huela a sustitutos. La Junta de Salud ha celebrado a estas horas su primera audiencia pública sobre un plan para hacer de Nueva York la primera ciudad de EE.UU. donde se prohiba a los restaurantes servir alimentos que contengan grasas hidrogenadas. La luz de alarma se ha encendido en tiendas y restaurantes donde muchas veces saben que sus productos no seran capaces de superar esa nueva normativa que muy bien podria solucionarse con aceite de oliva… y se ademas el aceite acaba siendo español, miel sobre hojuelas para que los estadounidenses empiecen a comer mejor aunque sea abriendo boca por Nueva York.
lunes, 30 de octubre de 2006
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