viernes, 5 de junio de 2009

La historia como lección

Barack Obama gustará o no gustará como presidente de los Estados Unidos, pero en esta administración con cinco meses a las espladas no se da puntada sin hilo. La nueva gira del presidente, las visitas a diestro y siniestro que ahora vuelven a pasar por Europa, han servido para poner en circulación un discurso nuevo y diferente desde la universidad egipcia en El Cairo. Barack Obama ha vuelto decir más de lo que decían sus antecesores. La historia es para este país una buena hoja de ruta. Se conoce y se estudia. Se trata de sacar consecuencias. Es de sabios enmendar los errores y no tropezar dos veces en la misma piedra. Aprender de las equivocaciones y mirar al futuro con optimismo es regla principal del manual obamaniaco. El presidente de los Estados Unidos puede hablar de opresión al pueblo palestino sin decir más de lo que había dicho el republicano Ronald Reagan. Son gajes del oficio, utilizar el manual y elegir los momentos para condicionar los discursos. No es fácil, incluso cuando los retos acumulados hacen obligatorio poner a los mensajes letra pequeña. Ahí es donde empiezan los problemas. Hablar de Oriente en El Cairo da para todo un libro. Barack Obama se ha querido ganar al mundo musulmán con siete folios. Es la cera la que arde, pero con renovadas esperanzas y preocupaciones. El nuevo mensaje que destila la nueva administracion estadounidese es el de la cooperación. No ser esclavos del pasado y compartir el progreso. Respetar al vecino palestino, como el árabe mas ortodoxo debiera respetar a la mujer. Milagros que siempre hacen las palabras. Suenan bien, pero la dificultad es convertirlas en realidad. Saber quien y cómo se pone el cascabel al gato. Si Irak y Afganistán tienen solución, si el mundo árabe vuelve a tener su particular andalus de progreso y paz, si el pueblo de Israel volverá hacer su nueva y particular travesia por el desierto de los asentamientos y si los Estados Unidos, como ahora hace el presidente Obama, volverán a visitar con nuevo ojos los campos oprimidos por el nazismo donde sus abuelos plantaron semillas de libertad hace todo menos de un siglo.

1 comentario:

QUATRESANTS dijo...

Ahora solo hace falta que pueda controlar a los Think thank de Washington, DC