Barack Obama aprende a tragar saliva. La tercera rueda de prensa en cien días fue la más divertida. Hubo risas de presidente y de periodistas, pero Barack Obama tuvo que apretarse el cinturón. Salió, vió y se marchó en una hora escasa. Le cogieron por sorpresa, pero tampoco en esta ocasión le llegaron a ajustar las tuercas. Obama se apuntó a lápiz el interrogatorio más humano de la noche. Díganos, presidente, lo que le ha provocado más sorpresa, más alegría y más humildad en estos cien días. Obama tenía que pensárselo dos veces. Seguro que recordó a su esposa Michelle cuando le pide no subirse a la parra. Esta noche Obama fue modesto hasta para acabar antes de que la FOX diera comienzo a su concurso de moda. El presidente repetía que los ahogamientos a presos de Guantánamo han sido tortura. Estaba incomodo. Tragó saliva aún a pesar de que la pregunta fuese con seguridad una de las que antes habían puesto en rojo sus asesores de ímagen. Las respuestas del presidente han sido hasta ahora respuestas sin titubeos. Esta noche, no hubo porque preocuparse aunque la cadencia de algunas respuestas denotaba que podía llegar la hora de la verdad. Cuando Obama traga saliva, la vena derecha de su frente parece explotar. Helen Thomas volvía a sentarse en primera fila. Los corresponsales de la Casa Blanca son puntillosos. Preguntan sin pelos en la lengua. Esta noche volvieron a demostrarlo. Presidente, ¿va a cerrar las fronteras con México?. Presidente, ¿están seguras las armas nucleares de Pakistán?. Presidente, ¿los ahogamientos son tortura?. Barack Obama tragaba saliva mientras se apuntaba el resumen mas humano de sus cien días. Su mayor sorpresa ha sido encontrarse con siete problemas juntos. La vena en la derecha de su frente se había vuelto a inchar por momentos. Fue solo un visto y no visto. A veces cuando la pregunta está que ni cantada, no hay rematador. Presidente, esta noche y en menos de sesenta minutos, se ha vuelto a ir a la cama sin decirnos y sin que nadie le pregunte qué castigo les dará a los torturadores o cuando les llevará ante la justicia.
miércoles, 29 de abril de 2009
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1 comentario:
Parece que los torturadores no serán llevados a la Justicia. Más que nada porque gente como Cheeney siguen caminando libres por las calles mientras en los periódicos justifican las torturas. Es un crimen con el agravante publicitario. Aunque hay que ser optimista. Si algo hay de bueno en EEUU es que un presidente puede ser reprobado públicamente e incluso derribado. Es lo que da esperanza para que algunos sean juzgados, se llamen como se llamen. Un saludo, Magín.
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