Hace algunos años Cecilia cantaba mi querida España con una mano tendida y un corazón en la garganta. Cecilia perdió la vida en un accidente de circulación sin tiempo de ver como esta España mía, esta España nuestra, compite por ser un poco más cada día que pasa sin saber muy bien de que va el más y hasta dónde llega nuestro cariño. España es una palabra que sigue levantando ronchas. Si lo dices fuerte, si lo dices alto, seguro que serás considerado un patriota de derechas con ínfulas de prepotencia. Si quieres hablar de pluralidad, entendimiento, costumbres, si hablas de España con sordina acabas siendo un socialdemocrata peligroso y posiblemente un antipatriota. Si España y su bandera te produce dolores de vientre eres sin mas un nacionalista asqueroso. Si lloras por España, como siempre han llorado los mea pilas, es posible que solo seas un indocumentado o incluso un trasnochado que viene de fuera. España es y seguirá siendo una eterna entelequia de realidades. Será lo que usted y yo queramos que sea, pero seguro que sin apreciar que otros a estas horas ya nos han dado gato por liebre. Si España es a su televisión, España es una nación de la que salir corriendo. No importa hora, ni condición. Ni cadena, ni porgrama. En la España 2009 es fácil publicitar como llegar al mejor orgasmo, fotografiar una erección con la que soprender a los amigos y a la imaginacion del televidente, llamar puta a la madre que nos pario, ver culos o codos y hasta tetas por doquier... España es asi, como la que cantaba Cecilia, hace años. Una España donde la padres e hijos, abuelos y tios se sientan ante la pequeña pantalla para ver como otros se lo montan y se ponen a parir. Todos miran y todos callan. Escuchan con atención como aquellos se confiesan, pierden un millón de euros por decir con mentira que están orgullosos de esos hijos que les miran entontecidos y soprendidos en un plató de televisión. Vale todo y de todos. Se pegan, se insultan, hasta se matan para acabar siendo portada en los telediarios nacionales. Mi querida España cantaba Cecilia. Ella se fue, pero ahora en la televisión cantan como nunca antes han cantado a mi querida España. Yo tambien tengo una pregunta para usted. He compartido con una mujer de mas de 80 años sorpresas a media voz. ¿Cómo dices mama que se llama esto?. Se llama Historias de Matrimonios y es antes de Hospital Central. Sigo callado, miro de reojo. Silencio. Despues de ir y de venir, despues de no dar crédito a lo que escucho, veo a dos tias buenas pegarse un lote de los que en los Estados Unidos podrían multarse como si de una teta Jackson estuviesemos hablando. ¿Ahora qué ves, mama?. No, sigue siendo Hospital Central pero estas chicas son lesbianas. Ah!, que interesante. Es la naturalidad de una madre, pienso, ante un hijo al que quiere y al que se supone ha educado para la vida moderna. Educación, respeto, sentido común... Esta pasada noche, frente a la tele, me he quedado yo tambien con una pregunta en los labios. Ya somos mayores, ha llovido desde que Cecilia se quedó en una carrera de nuestra querida España, pero después de ver y escuchar lo que vemos y escuchamos en esta España nuestra solo trato de explicarme dónde empieza la educación y dónde acaba la ordinariez.
jueves, 2 de abril de 2009
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1 comentario:
Me parto con esta historia...con perdón¡...que tambien entiendo lo que quieres decir y dices.....
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