Ni tanto, ni tan calvo. Otra vez sin termino medio. Suele pasar y siempre nos pasamos. España y su presidente José Luis Rodríguez Zapatero está a partir un piñón con los Estados Unidos y con el matrimonio Obama. El futuro es la mejor tarjeta de presentación. El pasado, mejor se queda en el baúl de los recuerdos y a ser posible cerrado bajo siete llaves. Ahora queda de nuevo saber qué damos y qué pedimos. La primera, es la foto de familia. Sin comentarios, porque cada uno es muy libre de sacar sus conclusiones. Antes, queríamos estar en el G7. Ahora nos conformamos con seguir de oyentes en el G20. Fuimos a la guerra de Irak hasta que nos marchamos, estamos ahora a saber que nos piden en Afganistán a falta de mejor estrategia. Dejamos salir y entrar vuelos secretos camino de Guantánamo, esperamos saber a quien o quienes nos colocan... Las relaciones entre España y los Estados Unidos siempre han ido viento en popa. Vienen de lejos, incluso podemos presumir y presumimos de haber vendido a la naciente república federal de los Estados Unidos buena parte de las que son hoy las tierras de su imperio. A finales del siglo XIX, nos hicimos la guerra. Fue un desastre, tan desastre que todavía en los libros de cualquiera de nuestras autonomías hablan del 98. Más difícil será que nuestros chicos sepan lo que pasó en las costas de Cuba. Aquel desaguisado llamado Maine. Aquella primera piedra de lo que para siempre fue la temible maquinaria de la propaganda. Pase lo que pase, los amigos siempre son amigos. Más si hay, hubo y habrá de por medio los negocios que da la vida. Así se funciona siempre, incluso cuando se supone que hay regalos y buenas intenciones. La primera ha sido en la frente. Los Obama se hicieron en el Metropolitan neoyorkino una foto con la familia Zapatero. No eran los únicos invitados, pero si quienes podían llamar la atención. Eran cuatro y no precisamente haciendo un anuncio de moda España. La Secretaria de Estado USA colgaba las fotos de la recepción oficial en su página Web. Santo cielo, dijeron en La Moncloa. No es eso, ni era para eso. Faltó tiempo para pasar a negro todas las imágenes. Hasta la agencia Efe se comió las fotos que de las niñas Zapatero había hecho en la tribuna de Naciones Unidas escuchando a su papa. Gajes del oficio, pero no para estos tiempos que corren. Internet ha sido ahora el mejor album para la historia. Está claro que nos cuesta ser diferentes, pero nunca dejaremos de intentarlo. Hay foto de los Zapatero con los Obama, la hubo de los Obama en Europa, como antes con su perrito en la Casa Blanca. Claro que las diferencias saltan a la vista. La más chocante es que a Laura y a Alba -a las hijas del presidente del gobierno español- las tapan la cara con la excusa de ser menores. Quien lo diría... si lo que importa es el futuro. El pasado -lo dicho- bajo siete llaves. Claro que viendo la foto de familia, recuerdo una anécdota protagonizada por Pío y Fraga bañándose desnudos en las costas gallegas. Desafortunados y sorprendidos, aparece en la cuneta playera un autobús cargado de religiosas. Los ministros franquistas echan a correr tapándose sus partes íntimas. Pío grita a Fraga. Manolo, la cara, tápate la cara. Pues igual, que vergüenza.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
La pobre Sonsoles tambien de negro para no dejar en evidencia a las niñas. Y los Obama pensarán que el negro se lleva mucho en España...o que es un homenaje ¡¡¡
Os habéis fijado en las botas Dr.Martens de la hija de la dcha (la dcha de la foto jiji).
Y digo yo ¿vivisteis los 80? ¿guardais fotos vuestras de la época?...pués eso, que él que esté libre de culpa....
Porque sera que me reucerda a la familia Mosnter. Que barbaridad, yo no sabia que la etiqueta ha de ser tetrica
Publicar un comentario