La cuenta atrás es pura fachada… El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ni espera sorpresas de su ultimatum a Iran, ni tiene previsto reunirse para deliberar sobre una cuestion que divide mas que auna a la comunidad internacional. El regimen de los ayatholas ha pisado el acelerador sabiendose dueño de sus actos, aunque jugandole un ordago a la grande al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), esa intitucion dependiente de la ONU con sede en Viena que sera la primera en verse obligada a coger el toro por los cuernos. Lo primero, mas que las nuevas largas de Iran y las descabelladas propuestas de Ahmadinejad para debatir con Bush sus ambiciones nucleares, lo primero sera escuchar el informe del egipcio ElBaradei poniendo a cada uno en su sitito y confirmando que sus inspectores han tenido que hacer de todo menos su trabajo en Iran. La semana proxima, Estados Unidos quiere volver a reunir en Viena o Berlin a los cinco grandes del Consejo de Seguridad con su aliado Alemania. Hablar de sanciones sigue siendo prematuro, maxime cuando estamos en puertas de asistir a mediados de septiembre a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde jefes de estado y de gobierno tiene la oportunidad de ejercer la diplomacia del tu a tu para mejor suerte del mañana.
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