La guerra en Irak, como la politica y los politicos estadounidenses, no se han dado vacaciones y en tiempo electoral –la convocatoria aqui en noviembre para renovar la camaras empieza a ser la cita mas urgente- han elevado el tono de un debate que nunca termina. El senador Liebermann apeado en las primarias demócratas de Connecticut ha tomado buena nota del varapalo y se atreve a pedir ahora la dimision del ministro de la guerra Rumsfeld alegando que seria bueno nuevas politicas y nuevas caras en el Pentagono. El senador McCain, serio aspirante las presidenciales del 2008, prefiere seguir el paso marcado por los suyos, contemporizar y hasta bailar con la mas fea. La democracia y las elecciones irakies a las que se agarraba el republicano McCain han quedado demasiado lejos para su compañero por Nebraska Chuck Hagel. Hagel dice estar convencido que la emboscada y el ultimo tiroteo contra peregrinos religiosos es una muestra mas de la guerra civil que ya se vive en el reconstruido Irak desde los ultimos meses.
lunes, 21 de agosto de 2006
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