TAMBORES DE TORMENTA

Con aires de moderado optimismo, sin humos de grandeza, con la necesaria contaminación ambiental para no bajar la guardia, pero ratificando el compromiso cierto de mirar a futuro y soñar un mundo cuanto menos mas limpio y respirable se lavanta el teln en Monteral de la llamada cumbre del clima, una cumbre mundial que debiera confimar –desde hoy y hasta el próximo nueve de dicembre- que la comunidad internacional, 190 paises y sus 10 mil delegados, viven desde su ultima reunion en Kyoto con el alma el vilo… claro que reconocer que llueve sobre mojado ya seria todo un existo. La emision de gases invernadero –controlar el anhidrido carbonico o CO2 que es el denominador comun de las preocupaciones- sigue siendo por desgracia y despues de los años la asignatura pendiente. Estados Unidos llegara a Montreal con una mano delante y otra detrás, pues sin haber ratificado el protocolo de Kyoto su estrategia parece destinada a lamentarse mejor que prevenir… Un huracán como Katrina y unos numerosos tan povorosos como reconocer que sus emisiones de gases han crecido en la ultima decada por encima del 20 por ciento, obligara a estae pais a tragar saliva… pero solo como observadores, no como los paises euirpeos, España incluida, que deberan explicar porque no cumplen con lo pactado aun a pesar de ver reducidas sus emisones en un poco mas del tres por ciento… algo muy lejos del 8 al que se habian comprometido. La cumbre del clima que echa a rodar con muchas ilusiones y un programa que quiere poner la guindan el proximo lunes, donde esta previsto inaugurar la reunion de lideres gubernamentales (España con la representación en manos de la ministra Narbona) tiene ahora ya de momento una primera reflexion del alcalde de Barcelona, Joan Cross, quien en carta de promocion y presentacion de la cumbre anima a los municipios a emprender las primeras reforma, porque –escribe- el ambito local es una de las claves para el desarrollo sostenible de nuestras ciudades y areas metropolitanas. Una curiodad, para los mortales de a pie convencidos siempre de que el cielo depara mas de un secreto, acreditarse en la cumbre del clima supone aceptar pagar por adelantado 600 dolraes canadienses… al cambio unos quinientos euros… que dan exlcuviso derecho a recoger la documentación escrita que poducen los encuentros, asistir a las conferencias y encuentros paralelos y utlizar los transpotres publcios para llegar a los centros de reunion de científico, sabios y politicos de la comunidad internacional